Neil Gaiman - American Gods, reseña

American Gods, del inglés Neil Gaiman, nos transporta a unos Estados Unidos habitados por toda clase de entidades mitológicas como dioses (una larga lista), personificaciones (tanto las nuevas deidades, como las que no son exactamente deidades, como el humanoide con cabeza de búfalo que decora la cubierta española) y djinns.

En el libro se relata la historia de Sombra, un preso a punto de dejar la cárcel para volver a los brazos de su amada esposa y reencontrarse con Robbie Burton y su mujer, su mejor amigo y la mejor amiga de su esposa. Dos días antes de la fecha prevista para su liberación, es puesto en libertad para que pueda asistir al funeral de su esposa, hallada muerta esa misma mañana.

En el avión que lo lleva a casa, un tipo extraño, que es imposible que supiese que Sombra cogería ese avión, ya que ni él mismo lo sabe, le ofrece un trabajo. Ese hombre se hace llamar Wednesday (Miércoles), que viene de Wotan (Odín), según explican antes del inicio de la historia y le ofrece unirse a su bando en los hechos que se avecinan.

La historia es bastante directa: un conflicto entre dioses, entre los viejos dioses y los nuevos. Aquellos dioses de la guerra, el amor, el mal y otros conceptos; y los nuevos dioses, todos mucho más “tangibles”, como Internet, Medios de Comunicación, etc.

El ritmo de la novela es bastante ameno, rápido sin resultar acelerado. El lenguaje sencillo, a menudo directo y, a veces, bruto. Los personajes: manipuladores, crueles, tristes; la atmósfera oscura, inquietante, el argumento cruel; los diálogos representativos, a veces exquisitos, como algunas conversaciones de Wednesday… nada lejos de lo acostumbrado en el autor.

Intercalándose con la historia principal (el escritor suele recurrir a una multitrama a menudo) aparecen pequeños pasajes, como el del djinn, o uno sobre unos gemelos vendidos como esclavos. Las historias son poco más que relatos cortos que muestran entidades o poderes más allá de los involucrados en la trama principal y varios de ellos podrían leerse de forma totalmente independiente.

La edición española es cara y, aparentemente, bien presentada. No obstante, la traducción a veces resulta un tanto inconsistente y parece que a nadie se le dio por releer el libro antes de lanzarse a publicarlo por la ausencia de varias haches en la construcción de tiempos compuestos, innumerables “S” en lugar de “D” y alguna que otra tontería. No es que sea insoportable, ni mucho menos, pero con lo que vale el libro bien podían esmerarse en los detalles.

Una obra de lectura cómoda y argumento interesante y ameno, donde los personajes de la trama principal, por corta que haya sido su aparición, vuelven a aparecer con el transcurrir de las páginas.

A pesar de que la novela me gustó, reconozco que me ha sorprendido que haya ganado el Stocker y el Hugo… si bien no me parece exactamente una historia de ciencia ficción (que yo sepa es a quienes se les da el Hugo), tampoco lo describiría como historia de terror exactamente: fantasía sí, oscura también… pero ciencia ficción o terror… no exactamente.


Hace tiempo puse un link para leer la versión original del libro gratuita y legalmente. Aquí el comentario acerca del libro, aunque yo viví la estafa a manos de Norma Editorial.

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