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Mostrando entradas de abril, 2008

Neil Gaiman - American Gods, reseña

American Gods, del inglés Neil Gaiman, nos transporta a unos Estados Unidos habitados por toda clase de entidades mitológicas como dioses (una larga lista), personificaciones (tanto las nuevas deidades, como las que no son exactamente deidades, como el humanoide con cabeza de búfalo que decora la cubierta española) y djinns. En el libro se relata la historia de Sombra, un preso a punto de dejar la cárcel para volver a los brazos de su amada esposa y reencontrarse con Robbie Burton y su mujer, su mejor amigo y la mejor amiga de su esposa. Dos días antes de la fecha prevista para su liberación, es puesto en libertad para que pueda asistir al funeral de su esposa, hallada muerta esa misma mañana. En el avión que lo lleva a casa, un tipo extraño, que es imposible que supiese que Sombra cogería ese avión, ya que ni él mismo lo sabe, le ofrece un trabajo. Ese hombre se hace llamar Wednesday (Miércoles), que viene de Wotan (Odín), según explican antes del inicio de la historia y le ofrece u

Call of duty 4: Modern Warfare

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Tras varias referencias en El Palacio de los Sueños a este maravilloso juego del equipo de desarrollo Infinity Ward, he decidido comentar las razones que me han llevado a considerarlo la quintaesencia de los shooters. La historia nos coloca en la piel de un miembro de los S.A.S. británicos, Soap McTavish; y en la de un miembro de los Marine estadounidenses, Paul Jackson; en la actualidad (primer gran acierto de este juego: ¿quién no está harto de la Segunda Guerra Mundial en cuestión de videojuegos?). A lo largo del juego nos obligarán a encarar distintos tipos de misiones: más encaradas a la acción y al tiroteo arcade con los Marine; más enfocadas a la infiltración y a la planificación con los S.A.S. El guión, contra todo pronóstico, habida cuenta de lo malo y pobre que suele ser en este tipo de juegos, es fantástico. La presentación de las misiones, en vista satélite, y el acercamiento hasta la visión primera persona que durará hasta el término de la misión es exquisita. Cómo encaja

Medal of honor Airborne

Tras mis felices días con Call of duty 4 y Crysis , he instalado otro juego del estilo a ver si mantenía el tipo. Medal of honor airborne ( moha , siguiendo la nomenclatura clásica) mantiene la línea de sus predecesores: un juego simple, fácil, poco problemático; con argumento tosco, poco trabajado; gráficos pobres, atrasados para su momento de lanzamiento; corto (para acabar en una tarde sin esfuerzo, si uno se pone) y, en general, divertidillo, pero no más. En esta ocasión encarnamos a un soldado de la brigada de paracaidistas estadounidense en la segunda Guerra Mundial. Las fases comienzan con un salto desde el avión, en el que deberemos intentar caer lo mejor posible para no pasar unos valiosos segundos tirado en el suelo frente al fuego enemigo (menos mal que esto es Medal of Honor y aún se aguantan unos cuantos tiros), tras lo cual deberemos ir cumpliendo todas y cada una de las misiones. Y cuando se acaban, mandan más; y al acabarlas, más; y tras esta segunda ampliación de la