Cienfuegos V: Brazofuerte - Alberto Vázquez Figueroa

Brazofuerte empieza en el mismo momento en que termina Montenegro, cuando Doña Mariana, o Ingrid Grass, es llevada a la fortaleza por orden de la Santa Inquisición. Cienfuegos, que se ha enfrentado a la naturaleza devastadora de un todopoderoso huracán, a una docena de extraños pueblos indígenas, a traidores del reino español, a piratas portugueses, a caimanes, corales, al Gran Blanco y a un sinfín de aventuras más; se verá obligado esta vez a luchar contra algo más fuerte y más grande que nunca, la fe y el temor que mueve a su alrededor el Santo Oficio.



Hay spoilers salpicados de las novelas anteriores. No se avisan, aparecen sin más; así que si seguís leyendo, que sea bajo vuestra cuenta y riesgo. El gran spoiler de esta quinta entrega, sin embargo, está escrito en color gris, para que no os lo topéis por error y os cisquéis en mis muertos.

Este es, a mi entender, el primer libro absolutamente redondo de la serie. Por una parte tiene el ritmo perfecto de las primeras novelas, por otra tiene una de las historias más profundas y por momentos crítica. Como en todas las novelas, aparecen algunos personajes (o se desarrollan finalmente en esta novela) que resultan divertidos y, a su manera, excepcionales: sirvan de ejemplo el sucio y honorable fray Bernardino de Sigüenza o el bruto, arrojado, inconsciente e irresponsable Vasco Núñez de Balboa(quien unos años después atravesaría Panamá cargando con sus barcos y descubriría así el Pacífico, en plan machote). Por lo demás, algunos personajes se mantienen en su maravillosa constante: como el siempre valiente, honorable y virtuoso Alonso de Ojeda, o el fiel e inteligente converso Luis de Torres, sin olvidar al capaz, diestro y maestro de la escrita Juan de la Cosa. Por supuesto también, al final de todas las maquinaciones nos encontramos a un incombustible León de Luna que se resiste a abandonar su obsesiva venganza, ahora en manos, casi por completo, de su segundo, Baltasar Garrote, el Turco, a quien se nos presenta con excesiva cercanía, mostrándonos los pesares por los que el pelirrojo le hace pasar por medio de unos viejos amiguitos; lo que, como siempre, ayuda a crear una elaborada sensación de continuidad.


-¿Cuánto me costarían unas lecciones de esgrima?
-La vida.


Esta es una novela en la que se premia más la intriga y las maquinaciones, en la que las mentiras, los engaños y las falsas amistades se conjuntan para permitir al antaño cabrero canario para rescatar a la mujer que ama y proseguir con la vida que siempre ha ansiado, acompañado de Haitiké y la hermosa Araya, la criaja que encontró en la costa oeste sudamericana poco antes de ser rescatado en la novela anterior. Por su parte, Ingrid vive las pesquisas del fraile franciscano, un hombre lleno de dudas, de desconfianza, pero también de ganas de hacer las cosas bien sin dejar que el poder que le otorga el Santo Oficio nuble sus capacidades y su juicio.


Pero en Brazofuerte, más allá de la Inquisición, de las dudas existenciales, de las mentiras, de los juegos políticos que tras gente ruin como Bobadilla practica gente corrompida por el poder como Ovando, se concreta algo mucho mejor o, al menos, más ansiado. Tras 1200 páginas nos encontramos el fin del de Luna. ¡Al fin! Y por si fuera poco, en una de esas escenas que brillan con el encanto de las novelas de aventuras de décadas atrás: un momento exagerado, de blancos y negros, de pullas y contrapullas; sin rendiciones, una escena hasta el final que acaba con la muerte del infame y repugnante capitán León de Luna, a quien Cienfuegos le quitó, en sus propias palabras, la esposa, el honor y la vida.



Nota: 10, Brazofuerte es uno de esos libros que, por alguna razón, me satisfacen ampliamente. El desarrollo de la historia, los personajes, la narración, los diálogos... ¡una maravillosa delicia! Además de anteceder a la perfección al libro que, hasta el 2006 suponía el cierre de la serie, momento en que Figueroa publicó Tierra de Bisontes, la primera parte de una aventura en la parte norte del continente, en la América de los sioux, los dakota, los comanches y tantos otros.


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