Brave (Indomable) - Mark Andrews, Brenda Chapman, Steve Purcell

Nota: en la reseña voy a referirme a la película como Brave solo porque aún no me hice al nombre en castellano y creo que la película es más conocido por su título original.


Brave es el último estreno de PIXAR, la división fringe de Disney, con películas tan raras y fantásticas como Wall-E y tan carismáticas y emotivas como Up y Toy Story. Con ese historial uno espera encontrarse ante algo grande con cada una de sus películas. Lo cierto es que PIXAR tiene varias películas ya mediocres de antes, pero como siguen haciendo las cosas bastante bien en general, los fracasos se olvidan o, al menos, se le perdonan un poco.

Merida. Mejor no os pongáis en su camino...

PIXAR haciendo Disney


Brave es el intento más Disney de las películas de esta subsidiaria. Brave tiene el conflicto madre e hija como punto de partida (como en EnredadosMulán ... mucho más fácilmente ampliable si aceptamos madrastras), tiene un personaje rebotado con el papel que le ha tocado en el mundo (Jasmine, Bella, Mulán...), el alivio cómico (Mushu, Ding-Dong, Mudito... siempre hay alguno) y el humor familiar.

¿Y eso es malo? Pues no. El problema es que mucha gente lleva años diciendo que PIXAR se estaba comiendo a Disney, que los logros de la subsidiaria superaban ya con mucho a los de la otra y tal y cual. Y Brave, aunque es divertida y entretenida y bonita, podría haber salido de la mente menos rompedora de toda la compañía Disney. Brave es clásica y típica y su único gran cambio respecto a la mayoría de clásicos Disney (una tendencia que, es cierto, han venido rompiendo los últimos años; aunque eso hace que esta película no pueda destacar ni siquiera en eso) es que la princesita no quiere ser salvada, quiere salvarse ella. Es una mujer de armas tomar y no va a venir un mequetrefe con algo colgando entre las piernas para salvarla. Eso puede hacerlo ella, muchas gracias.

Brave nos presenta a Merida, hija de Fergus, líder del clan DunBroch, que le regala un arco por su cumpleaños. Ya en ese mismo principio se nos insinúa cómo va a ser Merida. Poco después, un oso enfurecido ataca a los DunBroch y Fergus pierde una pierna. Años después, Merida tiene hermanos trillizos, unos tipos muy revoltosos (alivio cómico con el sello Disney decorado con neones, aunque algo más graciosos y soportables de lo que es habitual) pero sus padres tienen un nuevo plan para ella. Bueno, en realidad es más cosa de su madre (esto también es parte del arquetipo Disney): es hora de buscar matrimonio. Pero Merida no quiere casarse (es también parte del concepto de princesa Disney actual de la compañía, que se ha adaptado un pelín a los tiempos; Blancanieves ya no era guay, para qué negarlo) y hará todo lo necesario por permanecer soltera. Y ahí radica el subtexto de la película: la liberación de la mujer y la lucha contra el yugo histórico del hombre sobre ella. Merida no acepta órdenes de nadie; es una amazona. Y corre libre. Invicta y orgullosa. Y así, tras humillar y dejar en la estacada a los Dingwall, los MacGuffin y los MacIntosh, la fiera princesa huye montada a caballo y llega, guiada por unos fuegos fatuos, a la cabaña de una bruja; donde adquiere todas las tallas en madera que tiene y un conjuro para cambiar a su madre. Y claro... todo se tuerce.

Merida no necesita nada de vosotros, ni siquiera del heaviarra y su hijo narigón.

Éxito en imagen y sonido


Brave tiene, eso sí, un apartado audiovisual impresionante, y no podía dejar de destacarlo en esta reseña. Para empezar, la forma de los personajes es muy extraña y poco habitual, y eso está bien. Conociendo además la influencia de PIXAR en la industria, probablemente anime a otros a arriesgar un poco más con sus diseños. ¿Y el pelo? Los largos, pelirrojos y rizados cabellos de Merida merecen una mención aparte: son increíbles. Pero increíbles de verdad, ¿eh?



El caso es que a lo peculiares y originales de estos diseños se une una animación tan fantástica como cabía esperar en un film de estas características. Las secuencias de Brave siempre son movidas, elegantes y muy, muy vistosas.

Y a esto hay que añadir una impresionante banda sonora a cargo de Patrick Doyle (Enrique V y Thor, entre otras), que siempre suena a salvajes pueblos británicos, a épica folclórica y que suena distinta a la corriente general de música épica actual. Patrick Doyle debe de ser uno de los pocos que no intenta sonar a John Williams. Y eso es bueno. Doyle tiene un, no tan numeroso, ciertamente; pero brillante legado propio.

No obstante, en torno a este respecto me gustaría puntualizar que las canciones propiamente dichas suenan un poco cutres-de-más en castellano. Desconozco por completo cómo suenan en inglés, pero doy fe de que en castellano suenan pobres, aburridas y decepcionantes. Por si fuera poco, hay una matización más que quiero hacer en cuanto al sonido. En los momentos voz en off de Brave, la voz de Merida sonaba algo distorsionada, baja y empobrecido; espero que fuera culpa del técnico de sonido que se hacía cargo de la peli, pero el efecto fue un poco chapucero.

Detalles y más detalles


PIXAR siempre acompaña sus películas de un corto que las precede, y estos cortos nunca son moco de pavo. En este caso el corto de marras se llama La Luna, que fue nominado a los Oscar 2011 como mejor corto animado. En mi opinión, de hecho, La Luna luce mucho mejor que la propia Brave. La Luna es un relato precioso y preciosista, siete minutos de magia hacia un final que, si bien es algo evidente, no deja de ser hermoso.

En la sala en la que vimos la película, en los Cines Yelmo de Vigo, antecediendo al corto mencionado emitieron otro titulado La Mano de Nefertiti, dirigido por Guillermo García Carsi (creador de Pocoyó). Este, más típico, toons de toda la vida, con sus golpes, sus exageraciones y su sencillo divertimento (delicia de los críos que se rieron más en estos 3 minutos de Nefertiti que en el corto y la peli que lo siguen) nos planta delante a dos personajes que entran en el museo Metropolitan y tocan la Mano de Nefertiti. Y pasan cosas. Muy desenfadado y divertido.



Destaco lo que fue en el Cine Yelmo porque me consta que en otros cines no la han emitido. Desconozco si hay alguno más que lo hace, pero si lo ponéis en comentarios lo añadiré sin problemas, que los Yelmo no me pagan por la publicidad.

Los trillizos hermanos de Merida.



Nota: 6,5. Brave es un espectáculo digno. Es una película divertida y bien hecha, sencilla pero no simplona, directa y entretenida. ¿Qué le falta? Le faltan muchas cosas, tal vez una historia menos previsible y menos Disney, tal vez un clímax más tenso, tal vez secundarios de más peso... pero sobrar no le sobra nada. Y la osa está muy bien, tanto en cuanto a diseño como en cuanto a desarrollo del personaje. La película no es mala, pero tampoco esperéis encontraros con nada especialmente rompedor.

Otras películas y cortos de de PIXAR:
Wall-E.
Buscando a Nemo.
Toy Story 3.
Presto.

Y como extra os dejo con una imagen preciosa:


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