Estrenos 2012 que seguimos viendo (I)

Entre las series que hemos empezado a ver destacaron mucho las británicas, la verdad. La temporada estadounidense arrancó con relativo poco brillo. Hay alguna cosa salvable entre los estrenos al otro lado del océano, pero la verdad es que... bueno, ahora os cuento.

The new normal

La versión Ryan Murphy de Modern Family. Así de simple. Los tipos de personaje de la sitcom de moda están en The New Normal. ¿El humor? El de Ryan Murphy en la primera temporada de Glee, a caballo entre la acidez y la humillación más sencilla. Simple, fácil... pero relativamente efectivo.


The new normal, todo sea dicho, no logra parecer una buena serie (buena de verdad, me refiero) en ningún momento, pero sus 20 minutos de duración y sus chistes que a veces resultan abiertamente hostiles tienen su punto. No sé si realmente acabaremos la temporada, pero lo cierto es que, hasta el momento, la llevamos casi a ritmo de emisión.

Go on

Esta serie tiene la garantía de cancelación que es Matthew Perry. La empezamos a ver también con ciertas reservas porque parecía una sitcom cutrosilla, pero lo cierto es que un piloto muy divertido nos enganchó a la serie. A partir de entonces fue algo más normalita, pero ya le habíamos dado el voto de confianza.


Perry nos regala un personaje muy carismático (como es habitual) y algunos de los secundarios tienen unas personalidades interesantes que complementan bien la serie. No parece que vaya a revolucionar la forma de hacer comedia, pero seguramente sea el más divertido de los estrenos yankis.


Dragons: Riders of Berk

El título os puede gustar más o menos, pero es, y con diferencia, un título mucho mejor que el del libro en que se basan y la película que dio pie a la serie: Cómo entrenar a tu dragón. Dragons: riders of Berk nos devuelve a Isla Mema (Berk) donde Hipo y sus amigos están entrenando a los dragones para sacarles partido.


La serie, la verdad, es correctilla. A veces divertida, pero normalmente solo correcta. La seguimos viendo arrastrados por la marea de diversión que fue la película de lamentable título. Es lo que hay. Si se dobla al castellano espero que mantengan a muchos de los actores de doblaje como hicieron en inglés, donde aunque cambian varios (incluido, por supuesto, el de Estoico, que era Gerard Butler y estaba claro que no iba a repetir en la serie), lo cierto es que el resultado es bastante aceptable. En cualquier caso, si no sois fans de la película es probable que la serie no os interese en absoluto. Avisados quedáis.


World without end

Un mundo sin fin es la continuación de la archiconocida novela de Ken Follet Los pilares de la tierra, que vivió hace nada su adaptación a televisión. Esa miniserie, todo sea dicho, no la vi; recordaba ligeramente el libro y, si bien me gusta, no me interesaba volver a acercarme a esa historia. Tampoco me gustaba tanto. Pero el caso es que su secuela cosechó opiniones bastante negativas, y resulta que es un tochazo como el primero; así que pasé de él y vi una gran oportunidad de acercarme al argumento a través de la miniserie.


Lo cierto es que el resultado es bastante interesante. No parece tan lograda como las series históricas de HBO (por ejemplo, se notan ciertas carencias en el vestuario y en los escenarios) pero también es verdad que cumple sobradamente. La serie, eso sí, es normalita sin más. Y la seguimos viendo... leeentamente.



Mención especial, eso sí, para las series británicas, que nos han gustado mucho más, pero que como tienen entre 4 y 6 capítulos y pronto publicaremos las reseñas correspondientes no hemos visto necesario incluirlas aquí de forma detallada. Las series de marras son: Good cop, Hunderby y Parade's End. Y mención especial también para Perception, que ya pusimos la reseña ayer y hemos quitado sus dos breves párrafos de esta entrada.

Comentarios

  1. Al final abandonamos Un mundo sin fin, porque cada capítulo que pasa se hace más aburrida y más lenta. El sopor.

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