Expediente X (2ª temporada) - FOX

A ritmo verdaderamente enfermizo hemos proseguido con el visionado de esta serie, cuya segunda temporada parte del punto con que se dejó la primera. El cierre de los Expedientes X.


Mulder ha pasado a ocuparse de escuchas y homicidios, pero a él le sabe a poco. Además, tiene por compañero a un tío bastante soso llamado Alex Krycek. Scully, por su parte, está en Quantico, preparando nuevas remesas de agentes del FBI. Pero el caso es que los dos protagonistas siguen en contacto y esto no es del gusto de todo el mundo.

Duane Barry y El Fumador

En esta ocasión la serie empieza bastante fuerte. Quizá el primer capítulo no tanto, aunque se agradece que retomen el tema de «Los hombrecillos verdes», pero lo cierto es que esta vez van bastante a la carga. Y esa parece ser la tónica hasta que empieza el arco de Duane Barry, en el que secuestran a Scully. La idea es genial y debería implicar mucho al espectador que lleva casi 30 capítulos siguiendo la serie, pero los capítulos sin Scully se hacen lentos y algo aburridos. Krycek no es que sea un personaje horrible, pero desde luego le falta una historia detrás, le faltan detalles y le falta personalidad para suplir a la compañera de Mulder. Es lo que hay. Esta situación dura cinco capítulos, creo recordar, 4 de desaparición y 1 de Scully ya ha aparecido pero está muy malita, muy malita y se pasa el episodio en el hospital. Aunque podríamos contar también los capítulos de separación en los que la mujer se encuentra en Quantico, que en la práctica es casi igual.

Pobre, pobre Duane Barry.

En cualquier caso, el mayor de los aciertos de la temporada es ir presentando al Fumador y sus intereses. En esta segunda temporada, El Fumador llega incluso a mostrar emociones, a exaltarse y enfurecerse. Sus objetivos parecen algo más encaminados. Dentro de lo casi nada que sabíamos de él y de lo muy poco que sabemos ahora, hay que reconocer que esta temporada ayudó a dibujar unas bases para el personaje, algo en lo que la primera temporada falló estrepitosamente, aunque mantenía un velo sobre el personaje que lo hacía mucho más intrigante, más temible. Más oscuro. Eso se va perdiendo según se le conoce ese poquito más, aunque la oscuridad aparente de sus planes parece crecer sin límite.

Puede que estos dos sean los personajes que más importancia tienen aparte de los protagonistas y de Skinner. Uno da lugar a un arco entero de capítulos y el otro sigue siendo la eterna sombra, la fuerza de lo desconocido y la silenciosa amenaza.


Episodios cerrados muy fuertes...

Algo en lo que fallaba la primera temporada, en mi opinión, es que los capítulos que contaban un caso y lo cerraban sin mayores repercusiones para la trama de fondo, no me parecían estar a la altura de los que contribuían a crear el universo propio de la serie. Pero en esta segunda temporada, Chris Carter y los suyos consiguieron con varios de ellos que estuviese completamente interesado en el caso, absorbido, que me quedase con una sensación de completa satisfacción con el capítulo.

El huésped (capítulo segundo), en el que Mulder investiga un extraño asesinato en las alcantarillas, a cargo de una criatura salida de un barco ruso.
Død Kalm (capítulo décimo noveno), en el que la pareja de investigadores se encuentra en un destructor estadounidense en aguas noruegas, mientras intentan combatir una horrible enfermedad. Quizá el capítulo cerrado que más me has gustado hasta el momento, la oscura sensación a bordo del destructor y el terror ante un enemigo imparable me parecieron enormemente conseguidos.
Truco (capítulo vigésimo), que con un tono algo humorístico nos cuenta una investigación llevada a cabo sobre los miembros de un freak show. Lo divertido y a la vez horrible del capítulo le hace merecer el puesto en esta lista.

Welcome to the freak show!!

Luz difusa (capítulo vigésimo tercero), en el que Mulder y Scully deberán parar los pies a un científico cuya sombra mata a quien toca la superficie que esta ocupa. Guionizado por Vince Gilligan, quien unos años después crearía Breaking Bad, por cierto.

Sin descuidar la trama serializada

Ascensión (capítulo sexto), en el que Duane Barry intenta llevar a Scully a lo alto de una montaña para entregarla a los extraterrestres mientras Mulder intenta evitarlo. De todo el ciclo de Scully apartada, me pareció el más interesante de los capítulos.
Colonia (capítulo décimo sexto) y Fin de juego (capítulo décimo séptimo), en los que se nos cuenta cómo Mulder, a punto de morir por congelación, llegó a ese estado.

Precioso paisaje, ¿eh?

Anasazi (capítulo vigésimo quinto y cierre de temporada), es el capítulo en el que empieza la conspiración de la serie a lo grande. Un informático ha conseguido documentos del Ministerio de Defensa según los cuales se oculta información sobre los alienígenas, a los que se conoce desde hace tiempo y le hace llegar los datos a Mulder en una cinta. Lo peor del capítulo, sin duda, es que acabe con un horrible «continuará». Sobre todo si contamos que cerraba la temporada y que había que esperar varios meses para ver el episodio siguiente.


Por supuesto, hay capítulos que no son tan buenos (incluso hay alguno que es verdaderamente horrible, como 3 o Terrible simetría), pero la sensación general de la temporada es muy favorable, más incluso que la de la primera. Aunque, sobre todo en su capítulo final, la conspiración de fondo adquiere tal tamaño que supongo que los capítulos de trama serializada nunca volverán al ritmo ni a la forma que tenían antes. La serie ya exige otra cosa.


Nota: 8,5. En general, la temporada resulta más interesante que la primera, aunque algunos capítulos bastante horribles impiden que sea realmente espectacular.

Otras temporadas de Expediente X y películas:
Primera.
Tercera.
Cuarta.
Quinta.
Expediente X: enfréntate al futuro.

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