Freaks and geeks - NBC

Supongo que si no me hubiesen hablado de esta serie nunca me hubiera decidido a verla. De entrada no la conocía, y si hubiese llegado a ella accidentalmente creo que me habría echado para atrás ver que se trataba de una serie de instituto. Pero la recomendación fue un éxito absoluto.


Los duros años de instituto

Freaks and geeks presenta a dos grupos de personajes: los freaks y los geeks. Los primeros son mayores, a punto de dejar el instituto: son los descarriados, los macarras y los «malotes», gente rebotada con el profesorado y con todo, con malas notas, siempre cerca de cerveza, porros, música rock y problemas. El otro grupo es de chavales, unos años más jóvenes, en plena revolución hormonal: es el grupo de los frikis, aficionados de Star Wars, series de televisión, humoristas, etc.

Normalmente estos grupos tienen tramas completamente separadas (de carácter más cómico los geeks y más dramáticas los otros), unidas a veces por la familia Weir, cuya hija mayor, Lindsay (Linda Cardellini), se relaciona con los freaks pese a ser una crack de los estudios y haber sido el peso pesado del instituto en las olimpiadas matemáticas hasta ese momento; y cuyo hijo menor, Sam (John Francis Daley), es, de alguna manera, el líder de los geeks.


¿Qué los une como protagonistas? Su dificultad para encajar en la encorsetada estructura de los institutos estadounidenses, en el patrón de deportistas y animadoras que se creen el centro del mundo.

Los personajes

El grupo de los freaks está liderado por Daniel Desario (James Franco) un vago y un aprovechado al que, por el momento, solo le importan las mujeres y pasárselo bien. En su grupo está su novia, Kim Kelly (Busy Philipps), una malota con muy mala leche, un poco lenta y que empieza la serie con un odio absoluto por Lindsay Weir. El resto de este grupo lo componen Nick Andopolis (Jason Segel) y Ken Miller (Seth Rogen). El primero está obsesionado con la música rock y quiere vivir tocando la batería para algún grupo, además de tener una malsana y cansina obsesión con Lindsay; Ken es un personaje bastante neutro, quizá un poco amargado, al que tardan muchos episodios en dar volumen... pero lo hacen.


El grupo de los geeks lo componen tres chavales: el propio Sam, el más normal de ellos con el drama más común de todos, el ver que no acaba de encajar con la mayoría de sus compañeros; Neal Schweiber (Samm Levine), judío y obsesionado con el sexo; y Bill Haverchuck (Martin Starr), el amigo rarito y el que más aceptado tiene que es un geek hasta la médula.

Pero como toda buena serie coral, lo que le da fuerza es cuidar a unos secundarios espléndidos: como Millie (Sarah Hagan), la ultracatólica y algo friki vecina de los Weir; la preciosa animadora Cindy Sanders (Natasha Melnick), el consejero del instituto, el señor Rosso (Dave Allen), un hippie bienintencionado; y, por supuesto, los padres de los Weir: el borde y obsesionado con el desastre pero fantástico Harold (Joe Flaherty) y la adorable y maternal Jean (Becky Ann Baker).

El factor Mike White

No sé si fue su influencia como productor (dice la Wikipedia que a veces se le llama «supervising productor» al «story editor», lo que seguramente tiene más sentido tratándose de Mike White) o si de esta serie sacó el estilo para Iluminada, pero lo cierto es que la forma de desarrollar a los personajes es muy similar. En un principio tenemos una serie de personajes a los que no conocemos de nada, que parecen personajes bastante normales, secundarios sin importancia que se pasean por el instituto y permiten que las tramas se desarrollen. No obstante, se hace un esfuerzo evidente y constante por dotar a todos estos personajes (muchos de los cuales no tienen especial relevancia en el conjunto de las tramas de los freaks y los geeks) de credibilidad, de psicología. Todos los personajes se acaban haciendo un hueco y acaban perfectamente integrados en la historia, algo bastante impresionante tratándose de una comedia de instituto.

Personalmente creo que es una de las cosas que catapulta a Freaks and geeks por encima de otras series de su género. Está tratada como si fuese una gran serie... y eso la hace una gran serie. Se la han tomado en serio, la han trabajado (dentro de sus posibilidades económicas) de la mejor forma posible, y eso se nota.


Las tramas se intercalan con elegancia, las ocasiones en las que las tramas de los freaks se tocan con las de los geeks no hay nada que chirríe ni que desentone. Todo funciona. Detalles de los personajes presentados varios capítulos antes hacen que todo tenga sentido, lo que proporciona una sensación muy sólida para el espectador ya que todo parece pensado de antemano.

Y la música, con Led Zeppelin, The Who, Van Halen, Queen y Grateful Dead entre otros... es un añadido maravilloso de la serie. Una obra imprescindible vilmente cancelada por NBC, que son unos expertos en la materia.

Nota: 9. Freaks and geeks es, prácticamente, todo lo buena que podría ser. Quizá el personaje de Nick Andopolis está un poco infraexplotado (su obsesión amorosa resulta muy pesada) y quizá ese final completamente truncado al que es difícil no preguntarle: «¿y ahora qué?» sean un par de temas grises en un conjunto que, por lo demás, es prácticamente perfecto. Must see.


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